La Norteñita: legado familiar convertido en emporio global
La Norteñita fue fundada por don Salvador Corral a los 17 años, cuando aún trabajaba como campesino. Con visión y esfuerzo, logró convertirla en una de las principales exportadoras de manzana del mundo. Este caso ejemplar invita a reflexionar sobre el concepto de valor compartido, desarrollado por Michael Porter, que se sostiene en tres pilares: reinventar el producto o servicio, redefinir la cadena de valor y crear polos de desarrollo. Ubicada en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, La Norteñita representa un auténtico motor de desarrollo regional.
Sustentabilidad con propósito: solidaridad y subsidiaridad
Durante la sesión se analizaron los elementos de sustentabilidad que distinguen a La Norteñita, especialmente su colaboración con la comunidad Tarahumara. Se discutió la diferencia entre intervenir e interferir, y cómo la empresa aplica valores como la solidaridad —hacer propia una causa justa ajena— y la subsidiariedad —principio que impulsa a quienes pueden, tienen o saben a apoyar a quienes no pueden, no tienen o no saben—. Para que esta ayuda sea efectiva, debe cumplir tres condiciones: estar bien enfocada, ser proporcional y tener carácter temporal; de lo contrario, se corre el riesgo de generar dependencia. La Norteñita apuesta por el desarrollo de sus colaboradores como parte de su compromiso con la sustentabilidad.
Los pilares de la sustentabilidad según Jim Collins
Inspirados en el libro “Empresas que perduran” de James Collins, se exploraron cuatro elementos clave para construir iniciativas sustentables:
• Construir relojes, no depender de líderes carismáticos: La Norteñita ha creado una cultura y aspiración que trascienden personas.
• Apostar por el ecosistema: Diversificar productos y servicios, conjugando el “y” en lugar del “o”.
• Ser fiel al núcleo: Conservar el corazón de la empresa, que en este caso es la manzana.
• Trascender con propósito: Integrar visión, comunidad y legado en cada decisión.