El valor prometido de la IA no está llegando
A través de nuestros programas de perfeccionamiento directivo, hemos analizado cómo se está integrando la inteligencia artificial en el mundo empresarial. Lo que observamos es preocupante: muchas organizaciones no están obteniendo el valor que promete la IA generativa. La expectativa es alta, pero los resultados no están a la altura.
El error común: implementar IA sin entender el negocio
Al profundizar, surge una constante: las empresas suelen invertir primero en herramientas de IA y luego intentan adaptarlas a sus procesos. Esta lógica invertida genera fricciones y baja efectividad. Lo correcto sería comenzar por entender el negocio, diagnosticar los problemas reales y, a partir de ahí, decidir qué tecnología puede ayudar a resolverlos.
Un mapa de decisión centrado en el problema
Nuestro enfoque propone un mapa de decisión claro: Primero, comprender a fondo la empresa. Segundo, identificar los problemas que la aquejan. Tercero, elegir herramientas adecuadas para cada tipo de desafío.
Si el problema requiere análisis estadístico, se puede recurrir a modelos clásicos. Si se necesita mayor capacidad de procesamiento, entonces sí, la IA puede ser una aliada. Pero siempre debe adecuarse al proceso, no al revés.
Capacitación: el gran pendiente en las organizaciones
Otro obstáculo crítico es la falta de talento capacitado en IA. Muchas veces, se asigna esta responsabilidad a personas del área de procesos sin formación técnica, quienes intentan aprender por su cuenta a través de cursos en línea. El resultado: aplicaciones mal implementadas que no resuelven el problema real.
ChatGPT y la IA generativa: mucho ruido, poca claridad
Conocemos herramientas como ChatGPT, pero aún no comprendemos su verdadero potencial. Se le pregunta qué puede generar, pero no se tiene claro si puede ser un asistente académico, un miembro del consejo directivo o una herramienta para redactar publicaciones en LinkedIn. Se usa de forma general, sin una función específica ni estratégica.
Tres dimensiones clave para integrar IA con sentido
Para que la IA aporte valor real, debe integrarse considerando tres dimensiones:
- Personas: ¿tienen las habilidades técnicas para investigar y aplicar IA?
- Procesos: ¿están documentados y bien comprendidos para detectar oportunidades de mejora?
- Tecnología: ¿qué tipo de IA puede resolver los problemas reales del negocio? Descripción: La clave no está en la herramienta, sino en la pregunta. Solo cuando formulamos correctamente el problema, podemos definir si la inteligencia artificial realmente nos va a ayudar.