Tras la pandemia, los esquemas de trabajo flexible y el teletrabajo vivieron una adopción acelerada, particularmente entre 2020 y 2021. Sin embargo, según datos recientes del INEGI, menos del 6 % de las empresas en México están dispuestas a mantener este modelo de manera permanente.
En contraste, compañías extranjeras, impulsadas por la tecnología, están contratando talento mexicano sin requerir su reubicación física. Esta dinámica plantea un desafío profundo: ¿se está perdiendo capital humano por no adaptarse a los nuevos modelos laborales?