Decano del área de Factor Humano
“Cuando escuchabas a Carlos Llano no se trataba de cosas que estuvieran en libros, sino que combinaba cuestiones fundamentales que le daban sentido a lo que decía y congruencia a su discurso. Uno de los legados que dejó es esa visión antropocéntrica en sus escritos dentro de un área que desarrolló y fundó. Esa visión hace, al IPADE lo que es ahora. Gracias a eso muchas instituciones ahora ya le llaman Factor Humano. No se puede generar trascendencia si la gente no ve que estás luchando por ser una buena persona. Carlos puso esa nota, nos puso en ese nivel al que muchos de nosotros aspiramos pero que nunca logramos llegar porque Carlos Llano sólo hay uno. Es una fuente de inspiración. Nos dejó un legado difícil de imitar, pero siempre operacional”.
Nahum De la Vega Morell, profesor decano del área de Factor Humano y Empresa-Familia.
“Yo tuve la fortuna de haber sido alumno suyo en la carrera de Filosofía. Lo que más me atrajo fue su capacidad de hacer filosofía en un lenguaje que, aunque profundo, era sumamente clarificador. Sus clases eran muy atractivas. Yo no sospechaba sus aproximaciones a la teoría de management en ese entonces, pero circunstancialmente me dio la oportunidad de entrar a trabajar a la escuela de negocios del IPADE y fue entonces cuando descubrí que yo también era capaz de llevar los planteamientos. Siempre he estado interesado en seguir sus huellas, en seguir su legado, y eso fue lo que me impulsó a crear la Cátedra Carlos Llano, por encargo del entonces Rector de la Universidad Panamericana, Alfonso Bolio. Si de algo se encargó Carlos Llano fue de preservar la espiritualidad del Opus Dei en su vida, en su espiritualidad y en sus relaciones sociales”.
Arturo Picos Moreno, profesor decano del área de Factor Humano y Empresa-Familia.
“Lo que más le aprendes a una persona así son los valores. Se aprende mucho de la antropología filosófica, pero los valores que Carlos Llano tenía y los que perseguía son lo que verdaderamente transmitió. Toda la gente que le sucedió seguía su mismo estilo. Yo fui su mano derecha dirigiendo el Monte Pío”.
Ernesto Moya Pedrola, egresado de la primera generación del Full-Time MBA (MEDE).