Programas de Alta Dirección
Los Programas de Alta Dirección, AD-2, AD, D-1 y Programas de Formato Regional ofrecen al director general y al empresario de hoy herramientas eficientes de perfeccionamiento para solventar los retos de un entorno global cada vez más exigente. Responden a las necesidades específicas de la Alta Dirección para manejar de forma equilibrada y más fundamentada los retos críticos que enfrentan: el crecimiento y el cambio en la empresa.
Estos Programas ofrecen a los participantes la posibilidad de perfeccionar sus habilidades directivas de los miembros de la Alta Dirección a través del Método del Caso que, mediante su práctica intensiva, los motiva a desarrollar sus cualidades para tomar decisiones atinadas, ejercitar su flexibilidad y amplitud de criterio, así como constituir la firmeza de carácter que debe acompañar a toda acción directiva.
Estructura Académica de los Programas de Alta Dirección
En los programas de Alta Dirección, los participantes perfeccionan sus habilidades y conocimientos directivos mediante 11 áreas académicas que abordan los aspectos más relevantes en la estructura de la empresa.
Existen tres criterios que rigen la distribución de la carga académica por áreas durante los programas, de manera que después del IPADE, el egresado logre enfocarse en el quehacer directivo, partiendo de bases analíticas y operativas.
Distribución de las áreas académicas
La siguiente gráfica muestra la distribución de la carga académica por áreas durante los periodos de los programas.