Romper la resistencia al cambio
En muchos entornos laborales, la resistencia al cambio es habitual. La pregunta constante es: “¿Por qué modificar algo que ya funciona?”. Lucía Mijares señala que, cuando se ingresa a un entorno donde el liderazgo se recibe con frialdad —con apertura limitada o incluso rechazo—, es fundamental no tomarse las cosas de forma personal.
Elegir las batallas con inteligencia
Para Lucía, todo se vuelve más fácil cuando se entiende que es necesario elegir bien las batallas. Recuerda una ocasión en la que su participación en un proyecto específico generó comentarios en su contra: se decía que las mujeres no jugaban fútbol, en las juntas la callaban porque “no sabía de fútbol” e incluso la criticaban por decir “el fútbol”. Algunas jugadoras también le comentaban que no entendía lo que ellas habían vivido con esa discusión.
Negocio antes que conflicto
Lucía explica que su propuesta era clara: “Tenemos que hacer negocio, no lo contrario”. Para ella, esa fue la primera batalla que no podía abordarse desde lo personal. En el ámbito laboral, sostiene que es clave analizar las causas, hablar con conocimiento y elegir cuidadosamente con quién pelear las batallas.
Transformar el conflicto en oportunidad
En su experiencia, el fútbol femenino, más que un problema de discriminación, representó una oportunidad para generar nuevas audiencias y negocios. Por eso decidió que aquel conflicto no fuera un tema de género, sino una plataforma para abrir nuevas alternativas.
Formar equipo más allá del rol técnico
Lucía resalta que una de sus estrategias más efectivas ha sido hacer equipo, no necesariamente con el director técnico, sino con perfiles clave como el área de finanzas o personas que realmente ayuden a construir el producto.
Empoderar desde el conocimiento compartido
Relata que trabajó muy de cerca con las jugadoras, reconociendo su experiencia: “Yo no sé, tú sí sabes. Este es tu proyecto, es el proyecto de México”. Considera que este enfoque colaborativo cambia por completo la dinámica de trabajo.
Comunicar con claridad y propósito
Uno de sus grandes mentores le aconsejó: “Pide lo que quieres”. Lucía reconoce que, aunque en ocasiones le había costado expresarse con claridad, aprendió a definir y comunicar con precisión sus objetivos: un aumento, una dirección, un equipo.
Llevar soluciones, no solo problemas
Para Lucía, la comunicación efectiva implica presentar no solo el problema, sino también la solución. Afirma que, en cualquier planeación estratégica, aportar propuestas concretas es lo que realmente genera valor para una organización.