En el complejo entorno de los negocios, la estrategia competitiva es el motor central del éxito sostenido. De hecho, hoy no es suficiente tener solo un buen producto o servicio. La empresa necesita un plan de acción coherente y robusto. Este plan debe permitirle sobresalir de la competencia global. Por lo tanto, una estrategia sólida guía cada recurso y decisión.
Dicha capacidad para definir un posicionamiento único es vital. Además, es lo que distingue a los líderes de un mercado en constante cambio. Los demás solo reaccionan a los movimientos externos de los rivales. Por consiguiente, el dominio empresarial siempre exige un enfoque estratégico definido.
Sigue leyendo para conocer en profundidad los fundamentos de la estrategia competitiva, sus tipos y las claves para su correcta implementación en tu organización.
¿Qué es la estrategia competitiva en las empresas?
Es, en realidad, el conjunto de acciones que una organización implementa para obtener una posición ventajosa en su industria. De este modo, el objetivo primordial no es meramente sobrevivir. Es lograr una rentabilidad superior y constante. Dicha rentabilidad debe ser mayor a la de sus competidores directos.
Esta disciplina exige a los líderes definir un valor especial. El valor para los clientes debe ser único. Asimismo, debe ser algo que la competencia no pueda imitar fácilmente.
La estrategia competitiva obliga a la Alta Dirección a concentrar todas sus fuerzas. Su finalidad esencial es generar una ventaja diferencial en el mercado a largo plazo. Esta ventaja puede basarse en costos, diferenciación o enfoque. En consecuencia, la Alta Dirección debe alinearla con la misión y los valores centrales de la empresa.
¿Cuáles son los tipos de estrategia competitiva?
Existen tres estrategias genéricas de suma importancia. Estas representan enfoques que las empresas pueden seguir con éxito, ya que buscan superar el desempeño de la competencia. Sin duda, elegir el tipo correcto es el primer paso crítico y fundamental. Es vital en la planeación estratégica corporativa de cualquier negocio. A continuación, presentamos los tres enfoques fundamentales:
- Liderazgo en costos. El propósito es ser el productor de menor costo en el sector. Esto se logra con la máxima eficiencia operativa. De igual manera, se utilizan las economías de escala. Se requiere, además, un control riguroso y constante de gastos. Por consiguiente, la empresa puede ofrecer precios bajos al consumidor final.
- Diferenciación. Implica crear un producto o servicio percibido como único. Los clientes lo consideran superior y de mayor valor. Es más, están dispuestos a pagar un precio premium por esa distinción. La diferencia puede ser por calidad o por un servicio exclusivo. Se logra también con la innovación y propuesta de valor constante. Por último, este camino exige una gran inversión para mantener la unicidad.
- Enfoque o segmentación. La empresa se especializa en un nicho de mercado reducido. Este nicho puede ser geográfico o demográfico. Una vez definido el segmento, se aplica una estrategia. Puede ser enfoque de costos o enfoque de diferenciación dentro de ese nicho específico.
¿Cómo aplicar la estrategia competitiva en los negocios?
Esta estrategia no es solo un marco teórico. En primer lugar, es un plan de acción concreto y práctico. Requiere una ejecución disciplinada por el liderazgo. En esencia, una aplicación exitosa demanda una secuencia lógica de pasos. Estos van desde el análisis de mercado hasta la revisión continua.
La Alta Dirección debe liderar las siguientes cuatro fases que te describiremos a continuación, ya que así asegura que la estrategia competitiva se traduzca en resultados medibles y rentables.
Análisis del mercado y la competencia
Este paso es el punto de partida fundamental. La Dirección debe realizar un análisis de la competencia y posicionamiento exhaustivo. Es necesario usar marcos como las Cinco Fuerzas de Porter (BBVA, s. f.).
Además, es vital medir la intensidad de la rivalidad existente en el sector. Se deben identificar también las amenazas de nuevos entrantes y de productos sustitutos.
Este ejercicio ofrece una clara visión estratégica de oportunidades y amenazas. Por lo tanto, es la base para tomar una decisión informada. Dicha decisión es sobre el enfoque correcto para la empresa.
Definición de la propuesta de valor
Tras el análisis, hay que articular el valor único. Es la promesa que la empresa le hace al cliente o a la clienta. Si se opta por la diferenciación, la propuesta debe ser irresistible. La clave es la innovación y propuesta de valor.
Asimismo, la propuesta debe ser comunicada a todos los colaboradores. De esta forma, se garantiza que cada área contribuya a entregar esa promesa de manera efectiva.
Diseño de un plan estratégico
Diseñar el plan significa traducir la estrategia en objetivos que deben ser específicos, medibles y realizables. La planeación estratégica corporativa convierte la teoría en tareas concretas. Por ende, se asignan los recursos en dólares y el talento humano.
Este plan incluye el desarrollo de nuevas habilidades directivas. En consecuencia, también define la estructura organizacional requerida. El plan debe ser flexible para la adaptación al cambio y liderazgo ágil necesario en el mercado.
Medición de resultados y mejora continua
Establecer indicadores clave de desempeño (KPI) es crucial. Estos miden el impacto real de la estrategia competitiva en la rentabilidad. No obstante, la realidad es que el mercado evoluciona rápido.
Por lo tanto, la medición debe ser continua y ágil. Esto permite a la Alta Dirección realizar ajustes estratégicos oportunos. De esta manera, se mantiene la ventaja diferencial en el mercado a pesar de la disrupción.
Errores comunes al implementar una estrategia competitiva
La implementación de la estrategia competitiva es un proceso complejo. Hay obstáculos que pueden comprometer el éxito y la Alta Dirección debe evitarlos diligentemente. A continuación, se detallan los fallos más comunes que deben superarse:
- Falta de análisis del entorno. Muchos líderes se basan solo en sus fortalezas internas. Ignoran las fuerzas externas que dan forma al sector. Por ende, la estrategia puede ser irrelevante. No aborda amenazas ni oportunidades reales del mercado.
- No alinear la estrategia con los objetivos de la empresa. Una estrategia competitiva desvinculada de la visión estratégica genera conflicto interno. Las áreas persiguen metas distintas. Además, esto dispersa recursos en dólares y disminuye la eficiencia general.
- Copiar a la competencia sin innovación. La imitación conduce directamente a la mediocridad. La empresa no es ni la más barata ni la más diferenciada. En definitiva, el riesgo de ser reemplazada es muy alto. Hay que crear un modelo de negocio único y sostenible.
La estrategia competitiva como motor de crecimiento empresarial
La estrategia competitiva es, en esencia, un motor de cambio vital. Transforma la ambición directiva en resultados tangibles. Asimismo, es la clave para asegurar la sostenibilidad y crecimiento empresarial. Permite trascender la simple búsqueda de ganancias inmediatas. Una estrategia sólida defiende el valor generado de forma consistente.
En IPADE Business School, la Formación Directiva se enfoca en esta disciplina crucial. Buscamos desarrollar líderes con visión estratégica y criterio ético. Nuestros Programas perfeccionan la capacidad para diseñar estas estrategias. Por consiguiente, la estrategia competitiva es central en el Perfeccionamiento Directivo.
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Referencias bibliograficas
- BBVA. (s.f.). Estrategia competitiva de una empresa: qué es y tipos.
- CINCO DÍAS. (2021, 1 febrero). Por qué es tan valioso conocer lo que hace tu competidor.
- Economipedia. (2020, 25 junio). Estrategia competitiva.
- Forbes México. (s.f.). Estrategia: del diseño competitivo a la coherencia organizacional.