Tres paradigmas que es necesario desafiar
Este caso invita a reflexionar sobre tres paradigmas profundamente arraigados en la mentalidad empresarial, especialmente cuando se trata de explorar oportunidades fuera del área tradicional o del “core” del negocio:
1. El paradigma de la certeza de éxito Muchas empresas creen que solo deben perseguir oportunidades con una alta probabilidad de éxito (80–90%). Sin embargo, al explorar territorios desconocidos, la tasa de éxito baja drásticamente: solo 1 o 2 de cada 10 iniciativas prosperan. Para innovar, es necesario ajustar la mentalidad y aceptar la incertidumbre como parte del proceso.
2. El paradigma del plan de negocios tradicional Históricamente, las empresas han intentado capturar oportunidades mediante planes de negocio detallados y rígidos. Pero en entornos desconocidos, esta aproximación suele fallar: se desconoce el mercado, los canales o la aceptación del producto. La clave está en iterar continuamente: lanzar, probar,ajustar. No se trata de predecir el futuro, sino de construirlo paso a paso, con flexibilidad.
3. El paradigma de lo que se considera “la empresa”
Manuel, protagonista del caso, construyó una empresa valuada en 37 millones de pesos sin dinero, sin contactos y sin activos propios. Lo logró al romper el paradigma de que una empresa son únicamente sus empleados y recursos internos. Manuel orquestó un ecosistema: fotógrafos, clientes, aliados financieros, todos integrados sin necesidad de contratarlos directamente. Su empresa no estaba encerrada en cuatro paredes: estaba en el mundo.
Marco conceptual: Sense, Seize, Transform
Este caso ilustra dos capacidades clave del modelo de continuidad estratégica:
- Sense: Ver oportunidades que otros no ven.
- Seize: Capturarlas, incluso si están lejos del core.
- Transform: Crear un ciclo permanente de renovación.
Claves de un líder visionario
- La voluntad de ver: Las oportunidades no se revelan solas. Es necesario tener la intención de buscarlas, incluso si están fuera del radar habitual.
- Aceptar el riesgo: Innovar implica asumir que muchas iniciativas fallarán. Pero las que triunfan pueden transformar la empresa.
- Ampliar la definición de empresa: Pensar en términos de ecosistemas, no solo de organigramas.
Enamorarse del problema, no del concepto: Los problemas valiosos generan múltiples soluciones; el concepto es solo una de ellas.
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