Incertidumbre desde el inicio del año
Uno de los grandes desafíos de este 2025 ha sido entender qué hay detrás de los movimientos que marcan el rumbo económico del país. Si bien los primeros tres meses del año mostraron un leve optimismo, también han estado marcados por la incertidumbre generada por la administración pública, tanto a nivel interno como por la compleja relación comercial con Estados Unidos.
Expectativas y percepción empresarial
A pesar del panorama, las expectativas han comenzado a mostrar ligeras mejoras en los niveles personal, empresarial y nacional. Las respuestas a la pregunta “¿Es un buen momento para invertir?” reflejan una percepción aún cautelosa, aunque se observa una inflexión: es posible que hayamos tocado fondo y estemos entrando en una etapa de recuperación progresiva.
¿Recuperación en marcha?
La encuesta sugiere que, a pesar de la incertidumbre, los empresarios egresados mantienen una actitud resiliente y dispuestos a avanzar. Esto marca un contraste con la edición anterior de la encuesta, en la que se reflejaba una caída generalizada del optimismo en todos los sectores: servicios, manufactura y agroindustria.
Optimismo diferenciado por región y sector
Hoy, el comportamiento es más dispar. Se observa una recuperación más clara en sectores como el agroindustrial y en regiones como el centro del país. En contraste, el norte aún muestra signos de rezago, probablemente vinculado a su alta dependencia del sector manufacturero y su relación directa con el mercado estadounidense.
En servicios, particularmente en áreas como salud, educación, administración pública, arte y cultura, se detecta un repunte relevante. Cada región y sector vive su propio proceso, por lo que es clave entender las particularidades desde cada contexto.
Es importante destacar que estos datos deben ser interpretados no solo desde la óptica institucional, sino como una herramienta para que cada empresario elabore su propio criterio y fortalezca su capacidad de decisión.