La idea de crear Félix Schorle surgió en 2016. Fue justo porque se me antojó una bebida Schorle, que es una bebida típica de Alemania. Viví en ese país nueve años y me di cuenta de que estas bebidas no existían en México, ni tampoco vi muchas opciones de bebidas saludables y ricas, así que empecé a desarrollar esa idea.
El principal reto como emprendedor es saber cuál va a ser tu demanda porque de pronto vas creciendo y te encuentras a un cliente o distribuidor grande que te pide más de lo que tenías pensado. Se debe proyectar la demanda; no quedarse sin stock y tampoco tener demasiado inventario. Otro reto son las ventas, las relaciones con los clientes. Tener distribuidores de confianza que nos puedan ayudar a crecer en todo el país.
En temas de sustentabilidad, nuestro envase es de vidrio reciclable y es serigrafiado, por lo que no desperdiciamos papel o plástico para etiquetar. La tapa también es de aluminio, por lo que utilizamos materiales eco-friendly. Durante la pandemia le vendimos a restaurantes, cafés, hoteles, oficinas y universidades. También nos enfocamos en el B2C; vendimos a los clientes en sus casas y nos dirigimos al consumidor final a través de mercados en línea. Posteriormente empezamos a acercarnos a cadenas de supermercado.
Actualmente tenemos presencia en todo el país. Félix fue mi primer emprendimiento importante y difícilmente regresaría al tema corporativo. Tener tu propio negocio tiene ventajas y desventajas, pero faltan más emprendedores en el país. Al emprender generas valor al país porque tienes buenos productos o servicios, y esto genera fuentes de empleo e impuestos.
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