Hay que poner en contexto lo que está pasando en el mundo. Es decir, ahorita hay un proceso de transformación a una velocidad espectacular. El mundo está cambiando constantemente y los CEO en la era digital deben estar preparados. Ahora mismo acaba de surgir una nueva tecnología o aplicación mientras nosotros estamos hablando.
Por eso, una de las cosas en las que me gusta reflexionar es en esa velocidad que lleva el mundo y cómo se están transformando las organizaciones. Eso incita y sugiere que las personas tengamos que actualizarnos y cambiar a esas velocidades. Es difícil, y a veces no lo entendemos, pero es uno de los retos más importantes que existen.
¿Qué hacer para seguir el ritmo de transformación que lleva el mundo?
Cuando dejas de aprender, dejas de crecer y cuando dejas de crecer, comienzas en morir. Esa es la realidad hoy en día, entonces tienes que estar actualizando tus habilidades en un mundo que está cambiando y entender que esta transformación va a traer muchos retos.
Vivimos un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo y con tecnologías de la información, las cuales son generadores de este cambio. Entonces la pregunta es: ¿qué habilidades comienzas a desarrollar en la gente?
Yo considero que hay dos habilidades maestras que la gente tiene que aprender a desarrollar:
- Tener curiosidad.
- Confianza.
En este sentido, ¿qué desafíos tienen los CEO en la era digital para potenciar lo mejor de las personas?
Siempre he dicho que los CEO más influyentes o las personas más influyentes en el mundo tienen tres grandes cualidades, que yo definiría como retos:
1. Los CEO en la era digital tienen que enseñar a los demás a pensar de manera diferente. Una persona con grandes habilidades de influencia te invita y enseña a pensar diferente sobre el entorno. Decirle a los demás: Yo veo el mundo en una perspectiva, déjame mostrarte qué es lo que estoy viendo y por qué lo estoy viendo.
En la historia existen líderes que han hecho esto, por ejemplo: Martin Luther King y la Madre Teresa de Calcuta. Y esa es gente que te enseña a pensar. Y yo creo que uno de los desafíos de los CEO es enseñar a pensar a los demás.
2. Un CEO debe aprender a retar de la manera correcta a su gente, a su organización y a sus equipos. No hay nada más que mueva la energía de la influencia en una persona, es decir, la energía que lo incite a la acción, que cuando se siente retada.
Sin embargo, el retar es un arte. Los CEO en la era digital tienen que aprender a pintar un mejor futuro, dejar el pasado atrás y enfocarse en el presente. Deben cuidar la cultura de su organización.
Los directivos de algunas organizaciones ocupan el 80% de su tiempo para decir a los colaboradores por qué no funciona su trabajo. El 20% restante lo utilizan para expresar qué sí funciona. Es trascendental que esto sea al revés, pues los CEO tienen que aprender a sacar las mejores habilidades de las personas.
Un ejemplo positivo de cómo retar a las personas:
¿Cómo podrías tú Adriana, basado en lo que más te gusta hacer, alcanzar las metas que tenemos en el departamento de Marketing los tres primeros meses?
Un ejemplo negativo sería: Adriana, tú no tienes ni idea de lo que estás haciendo.
3. Liderar con el ejemplo es la cualidad más importante de los CEO en la era digital. Muchas veces la gente no cree en el mensaje si no cree en el mensajero. Y surgen distorsiones: el CEO dice y hace una cosa y lo que está pidiendo es otra. Entonces la gente comienza a sentir que las cosas no cuadran.
Por lo tanto, los CEO tienen que aprender a liderar con el ejemplo. Si vas a hacer cambios en una empresa, comienza por ti.
Hablando de la cultura organizacional, ¿cuál es la importancia de tener un propósito?
En los últimos dos años, he estado en todo tipo de organizaciones y una de las cosas que he notado es que existe un común denominador en toda organización. Y me refiero a una gran preocupación por asuntos como:
- ¿Cuál es la estrategia?
- ¿Qué queremos hacer?
- ¿Qué procesos tenemos que implementar para que la organización cambie?
- ¿Cómo lo haremos?
Actualmente, existe una preocupación desmedida por cumplir las metas y los números, y de repente la gente se pregunta: ¿y esto por qué o para qué? Cuando esto sucede, los colaboradores bajan sustancialmente su nivel de compromiso porque no pueden responder a estas interrogantes:
- ¿Qué es lo que nos une?
- ¿Qué es lo que nos integra?
- Si logramos todo esto, ¿para qué es?
La gente necesita respuestas, cuando éstas no son claras, las personas viven desmotivadas porque consideran que lo único que hacen es vender y que su jefe lo único que sabe es gritarles.
Te doy un ejemplo:
Hace poco conocí a una señora que decía: “Mi propósito en la vida es que las personas compartan experiencias y sonrían”. ¿Qué crees que hace esta señora? Bueno, hace pasteles y tiene 25 pastelerías.
Pero su visión va mucho más allá del pastel. Ella cuenta que cada pedazo de pastel es una sonrisa para ella, y que su negocio, además de medirlo en dinero, lo mide en sonrisas. Entonces ella dice: hoy repartimos, vendimos y logramos 700 mil sonrisas.
Ese propósito lo comparte con la gente que hace los pasteles: los vendedores, los proveedores y la gente que trabaja en la empresa. Saben que es una compañía diferente y hacen su trabajo con un propósito que les motiva.
De eso se trata de tener un propósito. Los CEO en la era digital deben conocerse bien como empresa y definir:
- ¿Qué es lo que puedes hacer?
- ¿Por qué lo haces?
- ¿Qué impacto puedes tener en los demás?
En el caso de New Link nuestro propósito es inspirar a los individuos y encender la transformación en las organizaciones para que puedan dar la mejor versión de ellas y así puedan alcanzar sus metas y sueños en la vida. Entonces, las personas expresan opiniones como: ¡Qué interesante suena esto… cuéntame más! ¡Quiero trabajar ahí! Me gusta este lugar.
Eso es lo que hace poderosa la visión del propósito compartido. Las empresas deben considerar seriamente cuál es su propósito más allá de las ventas y los números. Si lo hacen, el éxito estará siempre de su lado.
Juan Alberto González, Socio Director de Newlink México y ex CEO Microsoft México, es un líder de pensamiento visionario y un consumado innovador en los negocios. Tiene más de 25 años de experiencia inspirando cambios positivos en las personas.