Decano del área de Comercialización
Estamos en un tema crucial para los empresarios derivado de la postpandemia y existen algunas tendencias a considerar, aunque estas cambian repentinamente. Una de ellas es el trabajo híbrido. Hace apenas unos meses se hablaba del home office como algo que cambiaría todo, pero hoy la tendencia es un trabajo híbrido. Esto depende de los puestos y las personas, sobre todo aquellas que tienen un cargo directivo o individual, pero incluso está afectado las políticas de personal; hay que prepararse para asimilarlo.
Por otro lado, hay un incremento sustancial en el gasto del consumidor. A partir de la pandemia se fueron reservando los consumidores por prudencia, pero también por las condiciones que existían. Hoy salen a gastar quizás más de la cuenta. Como ejemplo tuvimos 35,000 mexicanos en el Mundial de Futbol de Qatar, pero esto es totalmente coyuntural y estacional porque hay una gran incertidumbre para este 2023 en cuanto a inflación y la parte del crecimiento económico.
La digitalización ha tenido niveles récord de velocidad. Ya había una tendencia fuerte, pero se ha acelerado sobre todo en segmentos o grupos de edad mayores. Esto ofrece una oportunidad porque los adultos mayores están ahí. También se han desarrollado negocios digitales en las áreas de aprendizaje como cursos en línea, Maestrías o Doctorados y eso da una oportunidad a las instituciones educativas. La telemedicina se ha puesto de moda también, así como el delivery.
Hay un nuevo equilibrio en la economía doméstica porque hay mucho más conciencia de la austeridad y también hay menos flujo porque quizá alguno de los miembros perdió su trabajo. Esto también tiene consecuencias familiares porque la tasa de natalidad se está reduciendo y los matrimonios son más prudentes, pensando que las cosas no van a venir fáciles.
Por otro lado, hay una destrucción de la lealtad a la marca que surge a partir de la pandemia ya que algunas de las marcas que nosotros buscábamos no estaban disponibles porque no se estaban produciendo y entonces ha habido un rompimiento a esa lealtad. En cuestión de abastecimiento ha impactado en el hecho de que las compañías globales no pueden interactuar a nivel mundial, por lo que las marcas locales han tenido mucha menor relevancia. Por último, hay más conciencia de la salud física y de la salud mental, es decir, no solamente hay que estar bien físicamente para enfrentar una enfermedad como la COVID-19, sino que también se ha visto que la gente es más consciente de problemas mentales que afectan su relación familiar cuando estuvieron confinados.