Marzo 10 / 2022
Director del área de Entorno Político y Social
Para entender la actual invasión a Ucrania por parte de Rusia, es importante analizar la evolución de la relación entre ambos países desde 1991, y tomar en cuenta las aspiraciones revisionistas del presidente Putin. Independientemente de las causas históricas, geopolíticas e ideológicas, este conflicto es la tragedia política más grande desde la Segunda Guerra Mundial y tendrá implicaciones epocales en las relaciones internacionales. El presidente Putin ha cruzado el Rubicón.
EL PORQUÉ DE LA INVASIÓN
Kiev: la cuna de la civilización
La relación entre Rusia y Ucrania es longeva. En el año 988, el príncipe Vladimir I de Kiev (también conocido como Vladimir el Grande) se convirtió al cristianismo ortodoxo e inició la cristianización de la Rus de Kiev, federación de tribus eslavas orientales conformada por los territorios de las actuales Bielorrusia, Ucrania y Rusia Occidental. El bautizo de Vladimir I en una iglesia de Crimea marcó el inicio de la creación del imperio ruso ortodoxo.
En 1326, la sede principal del Patriarcado Ortodoxo se traslada de Kiev a Moscú, convirtiendo esta ciudad en la “tercera Roma”: un “hub” político y cultural distinto del imperio romano; del imperio bizantino, pero también de los pueblos centroasiáticos.
Uno de los pretextos que justificaría la invasión a Ucrania es retomar el control sobre la cuna del imperio ruso para protegerlo de la supuesta decadencia liberal occidental; y para fortificar los lazos entre los rusos, bielorrusos y ucranianos. Los líderes rusos más recientes –Mijaíl Gorbachov, Boris Yeltsin y Vladimir Putin– vieron a Ucrania y Bielorrusia como elementos medulares del bloque soviético. Mientras que Rusia ha estado dispuesta a “dejar ir” a las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), no quiere soltar a Bielorrusia ni a Ucrania.
Colapso de la Rusia Soviética
En 1991, el poderoso bloque soviético, que tuvo su origen en la Revolución rusa de 1917, se disolvió. El 8 de diciembre 1991 los lideres de Rusia, Bielorrusia y Ucrania firmaron la desintegración de la Rusia Soviética y el nacimiento de la Comunidad de Estados Independientes. Ese acuerdo fue ratificado el 21 de diciembre 1991 por todas las republicas que hacían parte de USSR.
Para el presidente ruso Vladimir Putin, el colapso de la Rusia Soviética ha sido la tragedia más importante del siglo XX. Lo ha expresado varias veces. En diciembre 2021, afirmó lo siguiente como parte de un documental sobre la historia de Rusia: “nos convertimos en un país completamente diferente. Y lo que se había construido a lo largo de 1,000 años se perdió en gran medida.”[i]. En abril de 2005, declaró lo siguiente en su discurso anual a la nación: “debemos reconocer que el colapso de la Unión Soviética fue un gran desastre geopolítico del siglo. En cuanto a la nación rusa, se convirtió en un auténtico drama. Decenas de millones de nuestros conciudadanos y compatriotas se encontraron fuera del territorio ruso. Además, la epidemia de desintegración contagió a la propia Rusia.”[ii]
Estas declaraciones, entre varias, muestran que Valdimir Putin está en búsqueda de un legado: quiere “entrar” a los libros de historia moderna y ser recordado como un gran líder, junto con Vladimir Lenin y Joseph Stalin. Ese legado no puedo consistir nada más en extender las redes comerciales con el Occidente y el Oriente. Siguiendo la tradición imperial y soviética, el poder de Rusia, y el legado de él como su líder, no puede existir sin uso de “poder duro”: la expansión territorial, el dominio militar, el ser una potencia geopolítica y no solo un país mercantil.
Otro gran pretexto del presidente ruso para invadir Ucrania fue el supuesto odio que el gobierno ucraniano, nacionalista y liberal, siente por los millones de ciudadanos ucranianos de etnia rusa que viven en la parte oriental del país y sus presuntos deseos de realizar una limpieza étnica. Esto es totalmente falso. Sin embargo, desde hace varios años Putin ha fomentando el separatismo en la región de Donbás, al este de Ucrania, en la frontera con Rusia. Desde 2014, la región de Donbás ha sido escenario de un conflicto entre separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano. Las provincias de Donetsk y Lugansk, que juntas forman esta región, han sido reconocidas como independientes por el gobierno de Putin, y respaldadas militarmente por Rusia. La invasión de Ucrania representa según la propaganda de Putin, un paso más en la “desnazificación” del país.
Putin califica a Ucrania como una república rebelde y “mal agradecida”, que logró estatus y progreso dentro de las fronteras del bloque soviético, pero que hoy ignora ese desarrollo. La ve como la “joya de la corona” cuando formaba parte de la Unión Soviética y hoy es vista como nación esencial para la seguridad rusa por su tamaño y población, y por su posición de amortiguador entre Rusia y otras grandes potencias europeas.
Además, Ucrania cuenta con bases nucleares importantes y un enorme potencial industrial y agro-industrial. Representa una de las principales economías del espacio postsoviético y alberga gran parte de la red de gasoductos rusos que suministran gas a Europa.
La expansión de la OTAN
Otro punto que puede explicar la invasión a Ucrania es la supuesta amenaza que representa la expansión territorial de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Durante su discurso en la 43ª Convención de Política de Seguridad, celebrada en Múnich (Alemania) en febrero de 2007, Putin rechazó la expansión de la OTAN y calificó a esta alianza como fuente de inseguridad e inestabilidad para Europa. De hecho, la expansión de la OTAN es el punto de debate fuerte entre los expertos en relaciones internacionales. Hay voces que dan razón a la postura de Putin. Entre ellos, destacan las posturas de J.J. Mearsheimer y de S.Walt, que ven la expansión de la OTAN en la Europa Central como una provación para Rusia y un grave error estratégico del Occidente que no refleja falta de entendimiento de la geopolítica realista y la lógica de las superpotencias como Rusia.[iii]
Por otro lado, hay aquellos que sostienen que el “miedo” de la OTAN es otro pre-texto, más que una razón para la invasión, porque la OTAN no se “extiende” por sí sola. Los países soberanos tienen derecho a presentar una aplicación de adhesión al Pacto que puede ser aceptada o rechazada. El proceso de adhesión suele llevar varios años porque cada país-candidato tiene que cumplir con varios requisitos relacionados principalmente con la solidez de las instituciones políticas, estado de derecho, no corrupción, gasto en defensa, etc.
En la Cumbre de la OTAN en Bucarest en 2008, el Pacto reconoció politiciamente las aspiraciones de Ucrania, Albania y Croacia de entrar al Pacto.[iv] Sin embargo, el progreso ha sido lento desde entonces. En ese sentido, la invasión rusa representaría una acción preventiva acerca de una probabilidad futura de adhesión de Ucrania. En los ojos de los críticos de Putin, esa acción preventiva representa una violación de autodeterminación de un país soberano para decidir a qué organización o bloques político quiere adherirse.
Los años 2013 y 2014 también agudizaron el conflicto entre Rusia y Ucrania. En 2013, el presidente ucraniano Víctor Yanukovich rechazó el acuerdo de asociación comercial con la Unión Europea, que le permitiría a los ucranianos disfrutar de las ventajas de un acuerdo de libre comercio y la libertad de viajar por Europa. La preferencia de Yanukovich por mantener su relación con Rusia dio inicio a una serie de manifestaciones y enfrentamientos entre los ciudadanos ucranianos y las fuerzas militares del país, que en ese momento defendían la postura oficial de Yanukovich.
En 2014, Crimea (una península en el Mar Negro que por un acuerdo del bloque soviético había sido reasignada de la República rusa a la República ucraniana en 1954) fue invadida de manera secreta e ilegal por el gobierno de Putin, quien la incorporó a la Federación Rusa mediante un controvertido referéndum. De acuerdo con Putin, los ciudadanos de Crimea decidieron unirse libremente a Rusia y separarse de Ucrania.
Siete años más tarde, en julio de 2021, en el tratado Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos, publicado por el Kremlin, Putin escribió que Ucrania había pasado de ser una nación “no rusa” a ser antirrusa, una entidad fundamentalmente incompatible con los objetivos actuales de Rusia, y acusó a Estados Unidos y la Unión Europea de presionar a Ucrania para que limitara su cooperación económica con Rusia.[v]
El 24 de febrero a las 5:40 de la mañana, sucedió lo que todos temían: Rusia invadió Ucrania, dando origen al conflicto bélico más importante después de la Segunda Guerra Mundial.
POSIBLES ESCENARIOS
Aunque los panoramas de la invasión rusa podrían cambiar en los próximos días o semanas, hoy se vislumbran los siguientes escenarios (optimistas en verde, medianamente preocupantes en azul y muy preocupantes en rojo):
Escenarios “optimistas”. La posible derrota de Rusia no puede descartarse si vemos poco avance de las tropas rusas, el estado anímico de la armada rusa y los errores logísticos. El líder ruso ha mostrado su desesperación al enviar a la guerra armas prohibidas y cometer crímenes de guerra atacando directamente la población civil. Varios analistas temen una repetición del escenario de la invasión rusa de Siria o Chechenia en cuanto a recrudecimiento de ataques enfocados en la máxima destrucción del país. Esa posible derrota podría tener dos implicaciones opuesta: (a) un cambio de régimen en Rusia; (b) un autoritarismo pleno de Putin. Respecto la opción (a) mucho depende del involucramiento de los aliados cercanos de Putin, especialmente de China. En cuanto a la opción (b) ya hay señales claras que Putin está dispuesto a transformar el sistema semi-abierto de Rusia a un sistema totalmente cerrado en lo político, social y económico. Se habla por ejemplo de la nacionalización de los activos que dejan las empresas occidentales que están abandonando el país. El líder ruso está suprimiendo todas las manifestaciones en contra de la invasión rusa (entre 7 mil y 9 mil personas al día son arrestadas en Rusia). Incluso se habla de la institución de leyes penales en contra de la difusión de información sobre la guerra en redes sociales.
Escenarios “medianamente preocupantes”. Considerando que el gobierno actual de Ucrania no está dispuesto a poner en la mesa de negociación la soberanía y la integridad de su país, la invasión rusa se puede convertir en una ocupación del país que implicaría largo periodo de guerrillas y combates, es decir, un vacío político similar a aquel en los Balcanes en los años 1990. Otro escenario medianamente preocupante es el avance de tropas rusas hacia Moldavia, Georgia y otros países que no son miembros de la Unión Europea ni de la OTAN.
Escenarios muy preocupantes. Ataques cibernéticos rusos a distintos países europeos como represalia por apoyar a Ucrania. Además, no podemos descartar ataques militares, bombardeos o incursiones en el espacio geográfico de los países de Europa Central, especialmente Polonia y Rumania como principales “hub” logísticos de apoyo para Ucrania. Los líderes de las tres repúblicas bálticas están también preocupados por la seguridad de sus territorios debido los intereses de Putin.
Putin ha amenazado al Occidente con el uso de armas nucleares y eso podría provocar una Tercera Guerra Mundial, con la mayoría de los países del mundo participando activamente en el conflicto y generando una división de bloques.
IMPACTOS Y CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO
Las principales consecuencias de esta guerra son los posibles ajustes en las alianzas geopolíticas y los impactos en la política energética. A continuación, se presentan los efectos más importantes.
Política industrial más fuerte, con tendencias autárquicas (los países intentarán bastarse con sus propios recursos). El conflicto generará miedo e inseguridad, y menos confianza en establecer relaciones comerciales bilaterales con países autoritarios como Rusia. Por años, varios países se han acostumbrado a hacer negocios con Rusia, pero ahora esas economías podrían distanciarse, lo que las llevaría a fortalecer sus economías domésticas y a limitar las relaciones comerciales con países totalitarios.
Fragmentación de la globalización. Se establecerán filtros geopolíticos para los tratados comerciales y relaciones económicas; es decir, el pensamiento no solo será transaccional, sino que el comercio tendrá un fondo geopolítico más claro.
Ajustes en los bloques de aliados. No todos los países están de acuerdo con la postura Occidental; por ejemplo, China, India y Emiratos Árabes no condenaron la invasión a Ucrania. Algunos países de América Latina, como Brasil, Argentina, Cuba y Venezuela, tienen posturas más tolerantes hacia Putin. 52 países de la Asamblea General de la ONU tomaron una posición “neutral” respecto al actual conflicto. También, hay fisuras y diferencias entre los países miembros de la Unión Europea, más allá de una profunda solidaridad con Ucrania.
Mayor inflación. Habrá escasez de granos y de metales en los mercados globales. Rusia es el segundo exportador de petróleo y gas, y Ucrania exporta alimentos agrícolas y metales, por lo que ocurrirá una escasez de estos productos, altos precios e inflación acelerada de tales materias primas. Rusia y Ucrania, juntos, cubren 30% de demanda global de trigo.
Flujos de refugiados ucranianos hacia Europa. Más de dos millones de ucranianos han salido de su país desde la invasión de Crimea en 2008. Del 24 de febrero que comenzó la invasión al día de hoy, más de 900 mil personas han cruzado la frontera ucraniana para dirigirse a Polonia y Rumania. Hay una enorme necesidad de ayuda humanitaria; acogida de refugiados, y también, debe considerarse la reconstrucción de Ucrania. Por el momento, es Polonia, y luego Rumania y Moldova, los tres países cercanos que están absorbiendo los flujos migratorios. Sin embargo, esta situación no es sostenible en largo plazo.
Reformas de la ONU. Después de la invasión, se vuelve imperativo pensar en algunos cambios en el Consejo de Seguridad de la ONU o nuevos mecanismos diplomáticos internacionales. Rusia votó en contra de la postura del Consejo de Seguridad al condenar la invasión de Ucrania; sin embargo, permanecerá en el Consejo como miembro principal y como miembro de la Asamblea General. Actualmente no existe una manera de suspender a Rusia de los foros de la ONU, lo que demuestra la debilidad del sistema internacional.
Revolución en la política energética europea. Sin duda habrá cambios en la política energética de la Unión Europea en lo que se refiere a fuentes renovables de energía, terminales de gas licuado del petróleo y energía nuclear. En corto, es probable ver más dependencia de energías “sucias”, incluyendo el carbón. No es fácil encontrar una alternativa a los suministros de gas y petróleo ruso de un día para otro. Sin embargo, la situación actual es un punto de inflexión en la política energética europea. Podemos esperar que la guerra acelere la transición verde y provoque una reconsideración de la energía nuclear.
Militarización de la frontera externa de la Unión Europea/OTAN y mayor gasto en defensa. Desde que comenzó la invasión, el gobierno de Alemania aumentó su gasto en defensa por arriba del 2% del PIB, el mínimo requerido por la OTAN. También podría darse la entrada de nuevos miembros a la OTAN, como Suecia, Finlandia y Ucrania, después de la caída de Putin o del cambio de régimen. En ese sentido, Putin está logrando exactamente lo opuesto de lo esperado: un fortalecimiento de la OTAN y de la Unión Europea.
EL FUTURO DE RUSIA
Rusia se puede convertir en un Estado marginado, como Corea del Norte, y estará al margen de las grandes alianzas o bloques políticos. No podrá regresar al G7, ni tendrá una relación positiva con la Unión Europea. Tendrá que buscar el apoyo de países como China, Venezuela, Corea del Norte y Cuba. La guerra está empujando a Rusia a la orbite geopolítica de China como su principal cliente, inversionista extranjero y socio político.
Caerá en recesión y habrá un deterioro de la calidad de vida de su población. En las próximas semanas, podría haber escasez de productos básicos. Además, los capitales no podrán salir del país y sus ciudadanos no tendrán posibilidad de viajar. El espacio para las aerolíneas rusas se congelará, provocando cuellos de botella en el turismo ruso. Además, miles de soldados rusos morirán. En general, la situación para los ciudadanos rusos será muy dolorosa.
Habrá un gran control en el flujo de capitales y restricciones en el acceso a insumos occidentales, como chips y autopartes.
Las acciones rusas tendrán caídas importantes, lo que afectará los portafolios de inversión.
El gobierno ruso pierde la posibilidad de contraer más deuda y pagar los intereses de su deuda por falta de acceso a las reservas del banco central.
EL FUTURO DE UCRANIA
El futuro de este país traumatizado y destruido es incierto. Si Ucrania gana la guerra y se mantiene la postura del gobierno actual, podría entrar a la Unión Europea, pero este objetivo será difícil de lograr en el corto plazo. También le podría llevar mucho tiempo ingresar a la OTAN.
Si Ucrania pierde la guerra y ocurre un cambio de régimen o una ocupación por parte de Rusia, el país entrará en una guerra interna por meses o años.
Sea cual sea el escenario futuro, lo cierto es que ambos países tendrán que lidiar con costos muy altos y el mundo no volverá a ser como antes. La relación de Rusia con el resto del mundo cambiará y las estrategias de seguridad de los países europeos también.
Estamos a punto de entrar a una nueva fase histórica con ajustes profundos en las relaciones internacionales.
1 https://www.reuters.com/world/europe/putin-rues-soviet-collapse-demise-historical-russia-2021-12-12/
2 https://www.politifact.com/factchecks/2014/mar/06/john-bolton/did-vladimir-putin-call-breakup-ussr-greatest-geop/; https://www.independent.co.uk/news/world/europe/putin-collapse-of-the-soviet-union-was-catastrophe-of-the-century-521064.html
3 https://www.foreignaffairs.com/articles/russia-fsu/2014-08-18/why-ukraine-crisis-west-s-fault
4 https://www.nato.int/cps/en/natolive/official_texts_8443.htm
5 http://en.kremlin.ru/events/president/news/66181?fbclid=IwAR1FPurpeKAsfQh76xvh-MuRGwn2NMIq6y–3uYmA9WfHGFZhupSOHtg7No
ESCUCHA NUESTRO PODCAST “ENTORNO IPADE”
Marzo 10 / 2022