Profesor del área de Factor Humano
La IA tiene muchos años de existir, aunque pareciera que no. Aparentemente no la entendemos, pero una vez que la adoptamos en la vida diaria se convierte en una herramienta más.
Durante los últimos años se ha trabajado mucho en cómo mejorar estas tecnologías. Gracias a ellas se descubrieron, por ejemplo, las redes neuronales y actualmente usamos herramientas como el GPS.
Hay diferentes tipos de IA. Las inteligencias llamadas estrechas son las que sólo funcionan en un aspecto determinado de la realidad, como la máquina que le gana al mejor jugador de ajedrez. Las otras son las de tipo general y pueden ser equivalentes a la inteligencia del ser humano; se les llama así porque son capaces de desplazarse en diferentes realidades.
Actualmente sólo contamos con IA estrechas, pero ya empiezan a ser cercanas entre ellas, como es el caso de ChatGTP y las apps de creación de arte. Sin embargo, ChatGPT es muy bueno pasando exámenes de derecho y para generar código como un programador, pero todavía no es capaz de generarse objetivos propios.
Cuando lleguemos a las IA de tipo general comenzaremos a pensar en una inteligencia que se desarrollaría prácticamente como ser humano; esto no quiere decir que tendríaconciencia, sino que simplemente podría en diferentes campos del conocimiento.
Un último nivel de inteligencia sería la super IA y sería muy superior a todos los seres humanos en su conjunto. Se piensa que una vez llegando a la IA general, el siguiente nivel sería exponencial y la super IA llegaría muy rápido. Se teme que estas tecnologías lleguen a desarrollar sus propios objetivos.
El ser humano por naturaleza es teleológico, es decir, puede ponerse los fines que quiera y decidir su vida con base en lo que quiera. Queremos hacer cosas que trasciendan, somos capaces de hacer esto porque entendemos nuestra realidad en el mundo y nos identificamos como seres. La conciencia nos permite darnos cuenta de que existimos.
Aunque no podemos definir a ciencia cierta la conciencia, las IA todavía no tienen esa capacidad tan humana, pero en lo que sí debemos tener cuidado es en los fines y en la medida en que se le piden instrucciones y tareas a las IA, y en que estén vinculadas a reglas muy definidas.
Una IA no tiene sentido ético, por lo que necesitamos empezar a pensar en estos elementos. En la medida en que las máquinas sean capaces de ser mejores, y a ello le sumemos las IA, podemos pensar en algo que va a cambiar la realidad de manera dramática.
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