Profesor del área de Dirección Financiera
El 2023 va a ser un año de muchísimos retos para las empresas mexicanas y esto implica que el empresario tenga la capacidad de leer lo que está ocurriendo en el entorno, pero sobre todo la capacidad de actuar acorde a ese contexto.
Un tema relevante es la ubicación de las empresas. La inversión extranjera va a bajar en vista de que todavía hay algunas controversias con el tratado de libre comercio. El tema del outsourcing que se está dando en los Estados Unidos está beneficiando a los estados más cercanos a la frontera y algunas empresas se verán favorecidas. Un reto importante es que hay mucha rotación de personal en estas zonas fronterizas. El desempeño de las empresas, por lo tanto, va a tener que ver mucho con la ubicación.
Otro tema es el de EUA. Si bien es cierto que las cadenas de suministro cada día están más normalizadas, es un hecho que se habla más de una posible recesión. En este sentido hay temas contradictorios porque por un lado todos los informes sobre empleo indican que hay mucha fortaleza en la economía norteamericana, pero por el otro escuchamos más frecuentemente que hay más despidos. Según otros analistas el consumo se debilitará, lo que generará que el PIB se debilite y la tasa de interés sea cada vez más alta, al mismo tiempo que la inflación, por lo que las empresas que tienen mayor relación con los consumidores se verán más afectadas.
El tercer tema es el interno. Al parecer el Banco de México va a tener que seguir una política restrictiva, aumentando las tasas de interés porque la inflación sigue siendo altísima, la cual se estima que acabe en 8.54%, además de que tratan de seguir los pasos de la reserva federal de los EUA; si la reserva federal sigue subiendo las tasas, lo mismo ocurrirá con el Banco de México. Esto también está haciendo que los instrumentos de inversión, como los CETES, cada día sean más volátiles.