Cuando hablamos de los problemas de nuestro mundo, tocamos los SDG, Sustainable Development Goals de las Naciones Unidas. De esta forma uniformamos palabras, ideas, sobre cómo mejorar nuestro mundo. El reto del emprendimiento social es que tenemos que hablar de un cambio de status quo, de nuestra manera de hacer negocios.
Si hablamos de emprendimiento en general, es muy importante tener en cuenta la innovación, los riesgos. En nuestro mundo en constante cambio tenemos que pensar más en nuestros ingresos, en cómo afectan nuestras decisiones en los negocios a nuestra sociedad y al ambiente. Por eso es necesario tener en cuenta cómo esas decisiones de liderazgo afectan nuestro mundo. En esto ayuda mucho el tema del emprendimiento.
La importancia que tiene generar alianzas entre empresas y con el gobierno. Si queremos que haya un cambio es necesario que nos unamos: gobierno, iniciativa privada, fundaciones, organizaciones sin fines de lucro. Cada uno puede aportar desde su trinchera para mejorar nuestro mundo. Por los retos que tenemos en este momento, los que llamamos wicked problems, que afectan profundamente nuestro modo de vida, requerimos de las ideas y aportaciones de todos los sectores en todos los países para que podamos hacer un cambio más a fondo. Si las empresas van por su propio camino sin reunir esfuerzos con el gobierno, no habrá cambios. Debemos reunir los recursos de todos los sectores de la economía para llevarlo a cabo.De otro modo no es posible.
El tema de sustentabilidad y liderazgo, para mí es importante porque soy consumidora. Tengo que tomar decisiones en el mercado en cuanto a qué voy a comprar, a usar, qué voy a hacer con las cosas que tengo en este momento de mi vida. Tenemos que pensar sobre las demandas del mercado y desde ahí es que cambiarán los negocios y quizá los gobiernos. Los ciudadanos quieren un mundo más limpio, más justo, por eso es muy importante que nosotros, como líderes de negocios nos percatamos de estas tendencias de nuestros empleados, nuestros prospectos, nuestros consumidores. Por eso debemos cambiar. O podemos decidir qué, por qué tenemos una ética del trabajo, queremos ayudar a que se dé el cambio. Hay entonces dos maneras de provocarlo, podemos ser los líderes o reaccionar a las demandas de empleados y consumidores. Sin importar cuál de las dos rutas se tome, es muy importante que pensemos en los retos que tenemos como comunidad.
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