La apuesta del SNAC es la reconciliación laboral y la prevención de conflictos como socios estratégicos. No partimos del enfrentamiento y la confrontación, sino de la reconciliación. Es una labor importante con los empleados, pero también con los empresarios, entender nuestro papel como socios estratégicos y todo el valor que le podemos agregar a su negocio con todo nuestro expertise.
La reforma laboral del 2019 pretende acabar con los sindicatos blancos y los contratos blancos, porque al final son una simulación donde la corrupción es el común denominador ya que la empresa paga por un servicio que no se da y el trabajador está solo a merced de la jefatura.
Queremos convencer al empresario de que el trabajador debe ser empoderado para capacitarlo y que crezca la empresa. Tenemos una deuda muy importante con los sindicatos mexicanos. Esta reforma es mucho más grande que la del outsorcing, que le pegó a muchos empresarios; es mucho más radical porque ya no importa si tienes un cargo alto en la organización.
La gente que no haya legitimado sus contratos colectivos va a quedar desprotegida sindicalmente. Las grandes empresas desde 2019 se movieron a tiempo para ponerse en regla, pero la mayoría no lo ha querido hacer. A partir de mayo vamos a vivir una guerra sindical muy importante, muchas huelgas y paros.
El sindicalismo tiene que funcionar. El tema de utilizar tecnologías de la información es algo que nadie hace. El big data y la minería de datos se puede usar para pronosticar comportamientos futuros de los trabajadores en las empresas. Nosotros nos estamos ayudando de esta tecnología para que esa innovación se ponga al servicio de las personas. También hemos exponenciado la participación de los trabajadores.
El líder sindical tiene que ser un ejemplo, inspirar y orientar, sacar lo mejor de las personas, saber trabajar en equipo, ser humano e inteligente. El liderazgo en el futuro tiene que ser inteligente y contar con soft skills. El comportamiento humano es muy complejo, una de las características más importantes que debe tener un líder es la autocrítica.
Un foro formal, con legislaciones formales, sería un gran primero paso para poder hacer un cambio en el modelo actual. Hay cinco tareas fundamentales que no se pueden olvidar en la SNAC: cuidar que nuestra gente reciba el pago correcto en tiempo y forma y que su salario sea acorde a su formación y al mercado; la segunda es el trato, que se trabaje de manera digna, respetuosa y justa; la tercera es la capacitación; la cuarta es la seguridad en el lugar de trabajo; y la quinta es que el trabajador tenga siempre un representante sindical cerca.
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