Profesor del área de Factor Humano
Stranger Things comienza en 2016. Los hermanos Duffer crearon un concepto de serie muy interesante que logra recuperar la atmósfera de los años 80s. Aunque no vivieron de lleno en esta época, es a través de relatos y anécdotas de sus seres cercanos que se adentran en este mundo.
Una vez con su carpeta en mano presentaron el proyecto a una y otra casa productora. Varios los rechazaron bajo el argumento de que no podían presentar este tipo de serie con elementos de horror y que los protagonistas fueran niños; entonces les sugerían que los protagonistas cambiaran o que dejaran del lado el elemento de terror. Pero ellos se reusaron ya que querían vincular esto con su propia infancia.
Vieron una oportunidad y los expertos en el sector, tal como pasa en el mundo empresarial, no vieron una oferta de valor puesto que estaban pensando en términos de lo que se puede o no en el sector. Esto es algo que pasa muy a menudo a los emprendedores. Los expertos, al estar inmersos en una determinada realidad, juzgan bajo parámetros ya establecidos.
Los hermanos Duffer rompieron los propios cánones preestablecidos ya que crearon una serie protagonizada para niños, pero no necesariamente dirigida a niños, sino a la infancia de los adultos contemporáneos; es decir, a su niño interior. Al ver Stranger Things, el adulto está viendo reflejada parte de su propia infancia, lo que resulta en una atmósfera nostálgica que es muy atrayente.
Todo está pensado para personas que vivieron una infancia en los 80s: la tipografía de la serie, las referencias. La idea central es cómo un adulto hubiera imaginado o imaginó el misterio en su niñez. Es por esta razón que resultó innovadora y disruptiva. El resultado fue un gran éxito, pero en un segundo momento les pasó también lo que les ocurre a los emprendedores: les fue difícil mantener el éxito y crear una segunda propuesta.
Las temporadas 2 y 3 fueron muy exitosas, sin embargo, comenzaron las críticas ya que se incluyeron temas derivados y parecía que se estaba dejando de lado el protagonismo de los niños, que era lo que permitía hacer la serie cercana a los espectadores. Al darse cuenta de esto, se atrevieron a experimentar y tratar de reconstituir.
La temporada 4 se centra así en una trama que logró encapsular todo hacia un enemigo concreto, dejando de lado las sub-historias y recuperando la cercanía de la gente. E
sto es a lo que se le llama emprendedurismo liviano, que quiere decir hacer varios experimentos, probar y aprender rápidamente para ajustar. Es así que vuelven a poner rostro y cara al villano, convirtiéndolo en un personaje más humano, como había pasado en las primeras temporadas.
El emprendedor, al iniciar un proyecto, a veces por querer expandirlo y llevarlo a más audiencia puede desdibujar su oferta de valor inicial, lo que es muy peligroso porque hace que deje de ser relevante para el nicho inicial. Stranger Things es un ejemplo de experimentar para reajustar en el negocio. Supieron vender su idea porque supieron ver hacia donde los demás no veían. Capturaron con su oferta de valor un nicho poco explorado.